October 24, 2009
Eileen y viente más
Dicen que Shakespeare tuvo una hermana que se llamaba Eileen a la que también le gustaba mucho escribir y actuar, más lo segundo que lo primero.
Al poco de casarse y tener un hijo, Eileen decide abandonar Stratford y a su familia y trasladarse a Londres con la esperanza de imitar a su ya conocido hermano, viviendo exclusivamente del teatro, ya sea como autora o como actriz.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam...
Pero los escenarios del Londres Isabelino no estaban preparados para las mujeres, sólo admitían a hombres y prostitutas, y aunque Eileen se pintara barba y bigote, seguía teniendo tetas y lanilla entre las piernas.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam...
Dice Virginia Woolf en Una habitación propia que esa hermana de Shakespeare que murió joven, está viva todavía, y no estaba muy equivocada.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam...
Anoche en el Teatro Arbolé, Eileen Shakespeare se hizo presencia tangible en el cuerpo de Elena Fortuny (o quizá fue al revés), y nos explicó cómo le había ido por el Londres del XVI. Y todo lo que nos contó se podría aplicar casi exactamente al siglo XXI.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam... to be or not to be... that is the question.
Teatro, Shakespeare, Arbolé, Fabrice Melquiot, Tantarantana, Elena Fortuny
Posted @ 15:44 by Al poco de casarse y tener un hijo, Eileen decide abandonar Stratford y a su familia y trasladarse a Londres con la esperanza de imitar a su ya conocido hermano, viviendo exclusivamente del teatro, ya sea como autora o como actriz.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam...
Pero los escenarios del Londres Isabelino no estaban preparados para las mujeres, sólo admitían a hombres y prostitutas, y aunque Eileen se pintara barba y bigote, seguía teniendo tetas y lanilla entre las piernas.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam...
Dice Virginia Woolf en Una habitación propia que esa hermana de Shakespeare que murió joven, está viva todavía, y no estaba muy equivocada.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam...
Anoche en el Teatro Arbolé, Eileen Shakespeare se hizo presencia tangible en el cuerpo de Elena Fortuny (o quizá fue al revés), y nos explicó cómo le había ido por el Londres del XVI. Y todo lo que nos contó se podría aplicar casi exactamente al siglo XXI.
Ta tam, ta tam, ta tam, ta tam... to be or not to be... that is the question.
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Teatro, Shakespeare, Arbolé, Fabrice Melquiot, Tantarantana, Elena FortunyLabels: teatro
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.
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