Parece que lo que se lleva es empezar poco a poco, lo que es de agradecer. Después de tantos días de vacaciones puede que sea lo más razonable. Hoy un rato, mañana otro rato, el jueves horario normal, y enseguida viernes y a coger fuerzas para la primera semana completa.

La primera toma de contacto ha estado bien, el nuevo IES es «mini», y como tengo el don de la oportunidad, he llegado justo cuando se celebraba el primer claustro (uno menos), con lo que he estado un rato castigado en el pasillo mirando los avisos para el alumnado.

Otra cosa es el arquitecto que realiza tan magnas obras, menos mal que en el pack de bienvenida (cuaderno de notas, agenda publicitaria, fotocopias del horario...) todos incluyen un plano del centro, y aún así resulta facilísimo perderse. Hola, yo soy el profesor de inglés. Muy bien, pero nosotros no tenemos inglés ahora. Perdón, ya lo siento.

La segunda toma de contacto es dentro de unas horas, la primera convocatoria es a las diez, con el Departamento de Orientación, para darnos las instrucciones que tenemos que transmitir a nuestros tutorandos (me han visto cara de tutor), y la actuación con público a las 12. Cada vez estoy más convencido de que esto de dar clase es como lo de actuar, los nervios antes de salir al escenario son similares, no hay dos públicos iguales, no es lo mismo la primera función que la de las dos de la tarde, a veces como se te vaya el texto hay que improvisar de mala manera... A veces es comedia, a veces tragedia. Pero de lo que se trata es de disfrutar encima del escenario.

En fin, esperemos que ni la primera reunión ni la segunda duren mucho, o por lo menos que no se hagan muy largas, que acabamos de empezar, y que nos de tiempo entre una cosa y otra a relajarnos.

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