September 02, 2007
Baudolino
Lo primero que llama la atención de Baudolino, es cómo empieza. Te lees una página, pasas a la siguiente y lo mismo, y la tercera igual; paras de leer, pasas las hojas para asegurarte de qué todo el libro no es así, y cuando ves que sólo es el primer capítulo, te animas y sigues adelante.
El resto del libro es raro, exagerado, pero tiene su gracia. Llama la atención el vocabulario, la mezcla y la invención de palabras, y los nombres de los personajes, Colandrina, Zósimo, el Boidi, el Guasco, Kyot, Gavagai; y los nombres de los lugares, los animales y las bestias que encuentran en sus viajes.
Conforme lo vas leyendo te engancha, ves que es una exageración de principio a fin, que no hay nadie que haya podido vivir tantas cosas en su vida, pero a la vez tiene un punto de realismo, es posible que pasara, ¿por qué no? Y tiene su punto cómico, incluso de carcajada.
libros, Baudolino
Posted @ 00:21 by El resto del libro es raro, exagerado, pero tiene su gracia. Llama la atención el vocabulario, la mezcla y la invención de palabras, y los nombres de los personajes, Colandrina, Zósimo, el Boidi, el Guasco, Kyot, Gavagai; y los nombres de los lugares, los animales y las bestias que encuentran en sus viajes.
Conforme lo vas leyendo te engancha, ves que es una exageración de principio a fin, que no hay nadie que haya podido vivir tantas cosas en su vida, pero a la vez tiene un punto de realismo, es posible que pasara, ¿por qué no? Y tiene su punto cómico, incluso de carcajada.
A medianoche, mientras ya pensaban poder conciliar el sueño, llegaron unas serpientes crestadas, cada una con dos o tres cabezas. Con sus escamas barrían el suelo y entre sus fauces abiertas de par en par vibraban tres lenguas.
O como en los sueños, que se te aparece algo que quisieras, alargas la mano, mueves los dedos en el vacío y no agarras nada.Es muy posible que Baudolino siga vagando por esos mundos. Será cuestión de buscarlo.
— Te envidio ese embrujo.
— Para no romperlo, me había transformado en estatua.
libros, Baudolino
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.
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