December 26, 2008
Tres lecturas obligatorias de golpe
Carmen no tenía muy claro lo que quería hacer para febrero, que si monólogos parece que este año no son obligatorios, que si hacíamos una cosa de una película que tenía ella trabajada, que si tal que si cual, hasta que después de mucho pensar nos dijo que haríamos los Crímenes ejemplares de Max Aub. Pues nada, nosotros a obedecer, que para eso pagamos.
Como el título indica, se trata de una colección de crímenes narrados en primera persona que según cuenta el propio autor en el prólogo, él mismo recopiló de primera mano a lo largo de veinte años.
Hay crímenes largos (dos páginas) y cortos (una línea), graciosos, simpáticos, surrealistas y sobre todo absurdos, como absurdos son todos los crímenes.
Mi favorito:
La segunda lectura obligatoria se titula The Ghost Teacher, de Julie Hart, obligatoria para los alumnos de 1ESO estas vacaciones y por lo tanto obligatoria también para el profesor.
The Ghost Teacher cuenta la historia de un profesor nuevo que llega a un colegio en el que desde su llegada empiezan a pasar cosas raras. Un par de alumnos con alma de detectives empiezan a investigar y descubren que hace mucho tiempo también pasaron cosas raras en la escuela y que tenían que ver con ese profesor nuevo que ha llegado. Un lío entre el antes y el después.
Es un libro de estos que al crío que le gusta leer le costará acabar, y al que no le gusta leer lo apartará definitivamente del mundo de la lectura. Ni una frase se salva.
La tercera lectura obligatoria se titula The Roman Coins, de Caroline Stevens, y se la tienen que leer los alumnos de 2ESO.
Esta historia es un poco mejor que la del profesor fantasma, pero tampoco ganará ningún premio literario. Unos abuelos están en la ruina caracolera cuando su nieto, oh casualidad, descubre en el desván de la casa un mapa que indica dónde enterró el abuelo cuando era joven un tesoro (las monedas romanas del título), pero entre que al abuelo lo de dibujar no se le daba muy bien, y que ahora no se acuerda del mapa ni de nada, el pobre nieto las pasa canutas para dar con el tesoro; y cuando está a punto de encontrarlo aparece un listo que quiere las monedas para él...
¿Una frase? Venga, por favor, que no hay por dónde cogerlo.
Libros, Leer, Books, Reading, Graded Readers, Reading, Teatro
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Como el título indica, se trata de una colección de crímenes narrados en primera persona que según cuenta el propio autor en el prólogo, él mismo recopiló de primera mano a lo largo de veinte años.
Hay crímenes largos (dos páginas) y cortos (una línea), graciosos, simpáticos, surrealistas y sobre todo absurdos, como absurdos son todos los crímenes.
Mi favorito:
Lo maté porque era de Vinaroz.Lo mejor del libro, porque tanto asesinato acaba cansando, es la edición de Thule, con las páginas negras y las letras en plata, muy en consonancia con la temática del libro.
La segunda lectura obligatoria se titula The Ghost Teacher, de Julie Hart, obligatoria para los alumnos de 1ESO estas vacaciones y por lo tanto obligatoria también para el profesor.
The Ghost Teacher cuenta la historia de un profesor nuevo que llega a un colegio en el que desde su llegada empiezan a pasar cosas raras. Un par de alumnos con alma de detectives empiezan a investigar y descubren que hace mucho tiempo también pasaron cosas raras en la escuela y que tenían que ver con ese profesor nuevo que ha llegado. Un lío entre el antes y el después.
Es un libro de estos que al crío que le gusta leer le costará acabar, y al que no le gusta leer lo apartará definitivamente del mundo de la lectura. Ni una frase se salva.
La tercera lectura obligatoria se titula The Roman Coins, de Caroline Stevens, y se la tienen que leer los alumnos de 2ESO.
Esta historia es un poco mejor que la del profesor fantasma, pero tampoco ganará ningún premio literario. Unos abuelos están en la ruina caracolera cuando su nieto, oh casualidad, descubre en el desván de la casa un mapa que indica dónde enterró el abuelo cuando era joven un tesoro (las monedas romanas del título), pero entre que al abuelo lo de dibujar no se le daba muy bien, y que ahora no se acuerda del mapa ni de nada, el pobre nieto las pasa canutas para dar con el tesoro; y cuando está a punto de encontrarlo aparece un listo que quiere las monedas para él...
¿Una frase? Venga, por favor, que no hay por dónde cogerlo.
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.