December 24, 2005
India Sierra Alfa
Serían las 5:30. Hemos ido a buscarla a su casa y le ha costado bastante bajar. ¡Vaya sorpresa al verla! No sabía nada, pero le quedaba de maravilla; bueno, algo sabía, lo que me habían contado mientras esperábamos que bajara. Me ha debido de cambiar la cara un poco al verla, porque lo segundo que ha dicho después de darnos dos besos ha sido: «A tí quería haberte llamado, sentía que tenía que decírtelo».Santa Claus ha llegado este año con casi un día de adelanto, ha debido de ser para adelantar faena y así esta noche estar un poco más descansado. De todos modos regalos así son de agradecer.
Yo he puesto cara de «no pasa nada, no te preocupes...», pero por dentro pensaba «pues no habría estado mal, no».
«Oye, ─estaba aún más guapa que la última vez que la ví [A.M.O.R.]─ ¿y cómo se va a llamar?»
«Mari Carmen»
«¿Mari Carmen? No me jodas, Mari Carmen no, vaya nombre. ¿Entonces ya sabes si es chica o chico?»
«Hace días»
«Pues Mari Carmen no le pongas, Carmen si quieres vale, pero el Mari le quita toda la gracia ─le he dicho mientras le acariciaba la barriga─; mira los vascos, que te llamas Jesús, Jesús Mari, Pedro Mari, Ramón Mari, Luís Mari... no le hagas eso a la chica...»
Su sonrisa no ha cambiado nada en todo este tiempo que hemos estado sin vernos.
Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.