July 02, 2009
2 de summertime 2009
Querido diario:
Me lo he tomado con filosofía. Ni blasfemias ni juramentos ni malas caras. ¿Para qué? Si el mal ya estaba hecho. Más valía ponerse manos a la obra al punto de la mañana y acabar cuanto antes. A las 8:00h de la mañana ya estaba sonando Michael Jackson a toda pastilla y poniendo libros en los estantes al ritmo de la música, tchu, tchu, tchu, tchu, tchutchú... A las 10:00 ya estaba cansado de bailar y de ordenar libros pero he apretado los dientes, he quitado la música por si algún vecino trasnochó y estaba durmiendo y he seguido con el ritmico del alirón, el Zaragoza campeón.
Por la tarde he descubierto que mi manía por comprar libros a veces me juega malas pasadas. Si ya es raro que alguien que ha dedicado su juventud al mundo de las letras y al estudio de las lenguas, lo que se llama filología, se compre la Brevísima historia del tiempo, de Stephen Hawking y Leonard Mlodinov, más raro es todavía que un día se compre la versión lujosa, llegue a casa, la almacene y un año después se compre la versión rústica, llegue a casa, la almacene en otro rincón y no descubra que tiene dos ediciones diferentes del mismo libro hasta hoy, que hace falta ser melón sin pepitas.
En fin, mañana más.
Personal, Diario, Libros, Stephen Hawking
Posted @ 23:16 by Me lo he tomado con filosofía. Ni blasfemias ni juramentos ni malas caras. ¿Para qué? Si el mal ya estaba hecho. Más valía ponerse manos a la obra al punto de la mañana y acabar cuanto antes. A las 8:00h de la mañana ya estaba sonando Michael Jackson a toda pastilla y poniendo libros en los estantes al ritmo de la música, tchu, tchu, tchu, tchu, tchutchú... A las 10:00 ya estaba cansado de bailar y de ordenar libros pero he apretado los dientes, he quitado la música por si algún vecino trasnochó y estaba durmiendo y he seguido con el ritmico del alirón, el Zaragoza campeón.
Por la tarde he descubierto que mi manía por comprar libros a veces me juega malas pasadas. Si ya es raro que alguien que ha dedicado su juventud al mundo de las letras y al estudio de las lenguas, lo que se llama filología, se compre la Brevísima historia del tiempo, de Stephen Hawking y Leonard Mlodinov, más raro es todavía que un día se compre la versión lujosa, llegue a casa, la almacene y un año después se compre la versión rústica, llegue a casa, la almacene en otro rincón y no descubra que tiene dos ediciones diferentes del mismo libro hasta hoy, que hace falta ser melón sin pepitas.
En fin, mañana más.
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.
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