May 02, 2009
¿Alguien ha probado los lonchiquesos?
Si sólo tengo que comprar un par de cosas lo llevo bien, pero algo que detesto es tener que bajar al Mercadona con un papel rayujeado con las cosas que he de comprar, como las abuelas.
Hoy tenía que comprar seis artículos, y como la lista ya he dicho que está prohibida y tampoco sería la primera vez que al llegar a casa me doy cuenta de que me he olvidado de comprar las pechugas de pollo, por ejemplo, no me ha quedado más remedio que recurrir a la técnica de la «Reducción mínima de palabras».
La técnica en cuestión, como su propio nombre indica, consiste en utilizar el menor número de palabras para designar el objeto que se desea comprar, facilitando de esa manera la memorización de ese objeto por parte del sujeto comprante. De este modo la «bolsa de 1Kg de patatas fritas congeladas» se reduce a «patatas fritas»; las «dos cajas de leche entera la Asturiana» son simplemente «leche»; el «brik de zumo de naranja recién exprimido» se queda en «zumo» a secas; el «paquete de mini croissants para el desayuno» pasa a ser «croissants»; las «8 lonchas de jamón de York envasado al vacío» se acorta en «jamón York»; y el «paquete de 20 lonchas de queso fundido ricas en calcio lácteo» se transforma en «lonchiquesos».
A esto último también se les puede llamar «tranchetes», pero me encanta inventarme palabras.
Compras, Mercadona, Lista, Memoria
Posted @ 13:30 by Hoy tenía que comprar seis artículos, y como la lista ya he dicho que está prohibida y tampoco sería la primera vez que al llegar a casa me doy cuenta de que me he olvidado de comprar las pechugas de pollo, por ejemplo, no me ha quedado más remedio que recurrir a la técnica de la «Reducción mínima de palabras».
La técnica en cuestión, como su propio nombre indica, consiste en utilizar el menor número de palabras para designar el objeto que se desea comprar, facilitando de esa manera la memorización de ese objeto por parte del sujeto comprante. De este modo la «bolsa de 1Kg de patatas fritas congeladas» se reduce a «patatas fritas»; las «dos cajas de leche entera la Asturiana» son simplemente «leche»; el «brik de zumo de naranja recién exprimido» se queda en «zumo» a secas; el «paquete de mini croissants para el desayuno» pasa a ser «croissants»; las «8 lonchas de jamón de York envasado al vacío» se acorta en «jamón York»; y el «paquete de 20 lonchas de queso fundido ricas en calcio lácteo» se transforma en «lonchiquesos».
A esto último también se les puede llamar «tranchetes», pero me encanta inventarme palabras.
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.
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