December 21, 2007
Haciendo planes
Lunes 31 de diciembre de 2007
A las 13:40 del lunes 31 de diciembre de 2007, desde el aeropuerto de Barajas sale el vuelo IB6251, con destino el aeropuerto JFK de Nueva York, donde toma tierra a las 16:10 hora local.
Desde allí tomamos el AirTrain, que nos llevará hasta Jamaica Station donde cogeremos un taxi que nos acerque hasta el hotel. Parece que para la noche del 31 ya no hay habitaciones libres, así que nos tendríamos que cambiar de ropa en una cabina como hacía Superman, o buscar otro hotel por la zona. Ya buscaremos algo, que por dinero no va a ser.
Nos pondremos nuestras mejores galas, tú el vestido rojo, yo mi traje de marca y después de cenar nos iremos dando un paseo hasta Times Square.
En cuanto la bola de colorines llegue abajo señalando el principio del 2008, nos fundiremos en un beso de esos que sólo nosotros sabemos darnos, de los que duran y duran. Y te dejaré que me muerdas la barbilla.
Luego, corriendo corriendo, nos iremos al Hilton Times Square, donde tampoco tienen habitaciones libres, pero no hay nada que no arregle un pequeño soborno al portero. Lo único malo, que no se puede fumar, pero como mientras se duerme no se fuma... tampoco nos va a importar mucho; y si nos despertamos con ganas de fumar, nos bajamos a la calle.
Martes 1 de enero de 2008
Al día siguiente, dormiremos hasta que nos cansemos, y sólo saldremos después de comer, porque ir a Nueva York y no ver nada tampoco se entendería. Podríamos ir al Empire Estate Building, o simplemente pasear por las calles, sin prisa, cogidos de la mano y sonriendo en cada esquina. Comiendo hot-dogs, hamburguesas y donuts. O paella. Acercarnos hasta Central Park a sentarnos en algún banco. O ir a ver alguna obra de teatro. Y después de cenar nos iríamos a algún bar de moda a mover el esqueleto.
Miércoles 2 de enero de 2008
El miércoles, a las 17:55 tendríamos que estar otra vez en el aeropuerto, para tragarnos un viaje de 7 horas y pico y llegar a Madrid, y luego a casa, a contarle a todo el mundo que hemos estado celebrando Nochevieja en Nueva York, para que se mueran de envidia. Pero antes aún nos daría tiempo de coger un taxi y que nos diera una vuelta por las calles, para hacer fotos. O alquilar un helicóptero privado que nos diera una vuelta por la ciudad. O podríamos hacer tres mil cosas diferentes, lo que se nos ocurriera.
Navidad, Lotería, Sueños
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A las 13:40 del lunes 31 de diciembre de 2007, desde el aeropuerto de Barajas sale el vuelo IB6251, con destino el aeropuerto JFK de Nueva York, donde toma tierra a las 16:10 hora local.
Desde allí tomamos el AirTrain, que nos llevará hasta Jamaica Station donde cogeremos un taxi que nos acerque hasta el hotel. Parece que para la noche del 31 ya no hay habitaciones libres, así que nos tendríamos que cambiar de ropa en una cabina como hacía Superman, o buscar otro hotel por la zona. Ya buscaremos algo, que por dinero no va a ser.
Nos pondremos nuestras mejores galas, tú el vestido rojo, yo mi traje de marca y después de cenar nos iremos dando un paseo hasta Times Square.
En cuanto la bola de colorines llegue abajo señalando el principio del 2008, nos fundiremos en un beso de esos que sólo nosotros sabemos darnos, de los que duran y duran. Y te dejaré que me muerdas la barbilla.
Luego, corriendo corriendo, nos iremos al Hilton Times Square, donde tampoco tienen habitaciones libres, pero no hay nada que no arregle un pequeño soborno al portero. Lo único malo, que no se puede fumar, pero como mientras se duerme no se fuma... tampoco nos va a importar mucho; y si nos despertamos con ganas de fumar, nos bajamos a la calle.
Martes 1 de enero de 2008
Al día siguiente, dormiremos hasta que nos cansemos, y sólo saldremos después de comer, porque ir a Nueva York y no ver nada tampoco se entendería. Podríamos ir al Empire Estate Building, o simplemente pasear por las calles, sin prisa, cogidos de la mano y sonriendo en cada esquina. Comiendo hot-dogs, hamburguesas y donuts. O paella. Acercarnos hasta Central Park a sentarnos en algún banco. O ir a ver alguna obra de teatro. Y después de cenar nos iríamos a algún bar de moda a mover el esqueleto.
Miércoles 2 de enero de 2008
El miércoles, a las 17:55 tendríamos que estar otra vez en el aeropuerto, para tragarnos un viaje de 7 horas y pico y llegar a Madrid, y luego a casa, a contarle a todo el mundo que hemos estado celebrando Nochevieja en Nueva York, para que se mueran de envidia. Pero antes aún nos daría tiempo de coger un taxi y que nos diera una vuelta por las calles, para hacer fotos. O alquilar un helicóptero privado que nos diera una vuelta por la ciudad. O podríamos hacer tres mil cosas diferentes, lo que se nos ocurriera.
Navidad, Lotería, Sueños
Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.