January 10, 2006
Tarde de compras
¡Oiga, por 50 € se lleva usted el lote completo! Y así ha sido. Un poco exagerado, pero así. Por algo más, muy poco, de los susodichos 50, me he agenciado pantalón, camisa, camiseta y jersey. Es decir, el uniforme completo, y hasta el año que viene. Las empresas textiles de este país, entre mi aportación, escasa por no decir nula, y la competencia feroz del sector textil chino, iban a durar cuatro días. No tenía muchas ganas de comprarme nada, y eso que no había mucha gente, pero es que cuando tienes una idea en la cabeza y por una nimiedad te cambian los planes, como ha pasado esta tarde, me cambia también el humor, y hubiera preferido venirme a casa y dejar las compras para mejor ocasión, pero era o esta tarde o vaya usted a saber cuándo.
Al llegar a casa y mostrar mis adquisiciones al respetable me he dado cuenta de que predominaba una gama de colores de entre el resto. Pantalón negro, camiseta negra, camisa negra y jersey gris. Imagino que no habrá tenido nada que ver mi «regular» humor, no era malo del todo. Si algún día me lo pongo todo a la vez, el uniforme completo, pareceré una especie de Raphael no gesticulante. Me han fallado los zapatos, pero o los rebajan un poco, o seguiré buscando.
En fín, que de lo de empezar hoy a cambiar mis hábitos, nada de nada, ya será para mañana, aunque quizá mañana tenga una «medio sorpresa» que me obligue a cambiarlos de manera radical. De momento esta mañana he infringido cuatro veces la ley, cosa que no hice en toda la semana pasada, y el primer tema que tenía pensado empezar a estudiarmelo hoy, tendré que dejarlo para mañana, que no son horas.
Al llegar a casa y mostrar mis adquisiciones al respetable me he dado cuenta de que predominaba una gama de colores de entre el resto. Pantalón negro, camiseta negra, camisa negra y jersey gris. Imagino que no habrá tenido nada que ver mi «regular» humor, no era malo del todo. Si algún día me lo pongo todo a la vez, el uniforme completo, pareceré una especie de Raphael no gesticulante. Me han fallado los zapatos, pero o los rebajan un poco, o seguiré buscando.
En fín, que de lo de empezar hoy a cambiar mis hábitos, nada de nada, ya será para mañana, aunque quizá mañana tenga una «medio sorpresa» que me obligue a cambiarlos de manera radical. De momento esta mañana he infringido cuatro veces la ley, cosa que no hice en toda la semana pasada, y el primer tema que tenía pensado empezar a estudiarmelo hoy, tendré que dejarlo para mañana, que no son horas.
Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.