January 10, 2006
Otro viaje en autobús
Esta mañana he ido a llevar mis participaciones para el concurso que podía cambiarme la vida, algo que insinué ayer. He tenido que correr para coger el autobús, pero ha valido la pena. En un viaje de apenas diez minutos una de las viajeras ha solucionado un par de problemas de la ciudad. Y nos hemos podido enterar todos. «Ocho millones, qué suerte, ¡qué cabrones!», todo esto no gritando pero a un volumen más que suficiente para que todos los que íbamos en el autobús nos enteráramos. Su madre, o la persona a quien se dirigía, imagino que sería su madre, por la diferencia de edad, o podría ser una vecina, vaya cruz, iba sentada a su lado, en la misma fila de asientos, pero a lo mejor padecía un poco del oído. «Es que es una vergüenza, con el precio que llevan los pisos, 30, 40, 35 millones. Ocho millones, qué cabrones». Es lo malo de pillar las conversaciones a mitad, que me he quedado con la duda de si hablaban de alguien que había conseguido un piso por ocho millones o le habían echo una rebaja de ocho millones sobre el precio primero, o le habían tocado los ocho millones en algún sorteo de lotería. No he conseguido enterarme porque la conversación, monólogo más bien, puesto que la madre, o amiga o vecina, quizá tan sólo sufridora acompañante sólo asentía con la cabeza, o como mucho de vez en cuando dejaba escapar un casi insonoro «sí, sí», ha derivado hacia otro problema de actualidad en estos días. «¿Y por qué no dejan que siga el rastro en la Romareda? Es que no lo entiendo... has visto el Seminario, otro centro comercial que van a poner allí, no sé por qué lo tiran. Como la Puerta Cinegia, sólo ha servido para endeudarnos, y no ha tenido nada de éxito. Pero, ¿quién va a ir a comprar allí, cuando la gente está acostumbrada a comprar en Zara, o en El Corte Inglés, tiendas de toda la vida?» Se acercaba mi parada, pero antes de bajar aún me ha dado tiempo a oír «mira, ahora te enseño dónde van a hacer otro centro comercial...» La nueva línea 53 da para mucho.
Por cierto, la sorpresa de la que hablaba ayer, no ha sido ni media ni entera, ahora soy el tercero de la lista, así que imagino que si no pasa nada sumamente raro, pronto me tocará el premio, pero seguramente será la semana que viene.
Por cierto, la sorpresa de la que hablaba ayer, no ha sido ni media ni entera, ahora soy el tercero de la lista, así que imagino que si no pasa nada sumamente raro, pronto me tocará el premio, pero seguramente será la semana que viene.
Comentarios:
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Si, lo de los autobuses da para mucho. Sobre todo se ve lo que nos gusta hablar sin saber, sólo porque "hemos oido campanas". En el seminario no va otro centro comercial, va el centro de trámites administrativos (las ventanillas) del Ayuntamiento.
En fin, pero lo de hacer oreja en el bus es todo un deporte. Yo también practico.
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En fin, pero lo de hacer oreja en el bus es todo un deporte. Yo también practico.
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.