Cuando el martes que viene les pregunte a mis alumnos si les han gustado los dos primeros capítulos del libro que tenemos que leer en este segundo trimestre, me imagino la respuesta que voy a tener. Opción 1: No nos dijiste que leyéramos nada. Opción 2: No hemos entendido nada.

Anoche, para que no me pasara como el curso pasado, que les mandaba leer pero yo hacía caso omiso a mis propias indicaciones, me lo leí. Robin Hood, contado por Sally M. Stockton, colección Green Apple, editada por Vicens Vives dentro de la división Black Cat.

El libro, de arriba abajo se lee en cuarenta minutos, pero si alguien me dice que es aburrido, lo entenderé. Los tres primeros capítulos nos cuentan quién era Robin Hood y cómo va conociendo a algunos de sus compañeros de fechorías. Aparece King John, el malo de la película; Maid Marian (yo estaba convencido de que se llamaba Lady Marian, será por la influencia Disney), y se nos cuentan algunas correrías, pero sin detalle. Eso es lo que le falla, un poco de acción, más movimiento, algo de intriga. El libro se queda en una mera descripción descafeinada de personajes y escenas. Una boda por aquí, un torneo de arqueros por allá...

Lo más interesante, desde mi punto de vista son los dossiers que se intercalan entre capítulo y capítulo explicando qué fueron las Cruzadas, los Templarios, Ricardo Corazón de León... Así que entre actividades de comprensión lectora, dossiers e ilustraciones, la historia ocupa veintidós de las noventa y seis páginas que tiene el libro, y con una letra especial para jubilados con ojo vago y vista cansada.

Una frase que se salva:

When the bishop began the marriage ceremony, Robin stood up and said, 'My lord, an ugly old man cannot marry this beautiful young woman. Winter cannot marry spring!'

Que estaba pensando... ¿cómo se me ocurrió mandarles sólo los dos primeros capítulos si son tres hojas?

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