May 19, 2007
Escrito a dos manos
... la princesa se estremeció al ver de cerca los ojos del Caballero de la Nariz Roja, era la mirada más bonita que había visto jamas, quedó tan prendida que por poco olvida el recital, ella sólo quería en aquel momento disfrutar del maravilloso tiempo que hacía en aquella ciudad, una ciudad a la que nunca antes había contemplado con tanto cuidado, y que ahora le parecía un precioso lugar. Ella volvió a su reino con las primeras luces del alba, con una pequeña intriga en su corazón, ¿por qué El Caballero de la Nariz Roja no sonríe? ¿Por qué esa seriedad antes nunca vista por la dama desde su torre?
Helena cada día mandaba a su mensajero con una carta para el caballero y éste le devolvía la contestación al día siguiente, aquellas palabras aumentaban la necesidad en ella de volver a ver a su caballero, y cada noche antes de dormir suspiraba por un beso de aquel hombre que le estaba robando el corazón.
No hay una historia de princesas y caballeros que se precie, sin un beso, también ellos tuvieron el momento de su beso, un momento que paralizó el tiempo, y los jardines del palacio donde tuvo lugar ha quedado en sus recuerdos por siempre jamás.
(...)
writings, escritos
Posted @ 23:27 by Helena cada día mandaba a su mensajero con una carta para el caballero y éste le devolvía la contestación al día siguiente, aquellas palabras aumentaban la necesidad en ella de volver a ver a su caballero, y cada noche antes de dormir suspiraba por un beso de aquel hombre que le estaba robando el corazón.
No hay una historia de princesas y caballeros que se precie, sin un beso, también ellos tuvieron el momento de su beso, un momento que paralizó el tiempo, y los jardines del palacio donde tuvo lugar ha quedado en sus recuerdos por siempre jamás.
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.
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