Hace casi un año empecé a comprarme el coleccionable La Guerra Civil Española mes a mes, una de las promociones de El Mundo. Se suele recomendar que reserves tu ejemplar en algún quiosco antes de que se agote, pero a mí me gusta redistribuir la riqueza y tengo por costumbre ir cambiando de periodista según por donde salga el sol; en un radio de quinientos metros tengo seis o siete donde elegir. El problema llega cuando a finales de septiembre te vas de boda a Barcelona y tan iluso como siempre confías en que allí no habrá problemas para hacerte con un libro. No lo hubiera habido de haberte levantado a las 9 de la mañana, pero a las 13:30h a tí te van a estar esperando.

Un montón de meses después se acaba la colección, la colocas en la estantería y te das cuenta de que, ¡oh!, contrariedad, te falta el volumen número 5. No vamos a echar a perder una colección por un mísero libro, se llama al Servicio de Atención al Cliente y solucionado.

Un par de meses después, cuando te has vuelto a olvidar del libro y ya consideras normal que el 6 sigue al 4, te encuentras un aviso en el buzón diciendo que una empresa de transporte ha venido a traerte algo y no estabas. ¡Qué casualidad! Al día siguiente la misma canción, escrita además en el mismo pentagrama. Llamo al teléfono que aparece en pantalla... Sí, pero como ya ha habido dos intentos de entrega para una tercera tengo que pedir autorización a Madrid. ¿Y dónde estáis? Vale, pues ya iré yo a buscarlo (aquí había que sobreentender cuando pueda).

Una semana después, tras evaluaciones y actuaciones, el contestador automático me recuerda lo del paquete. Llamo otra vez. Lo devolvimos hace unos días, la política de la empresa es que pasados siete días se devuelven los envíos. Tendrá que volverlo a pedir... Shit!!

¿Y ahora qué? ¿Llamo a El Mundo para que me lo manden de nuevo a otra dirección y con otro nombre? ¿Me lo busco en eBay? ¿Me voy al rastro a ver si hay suerte? O como nunca me voy a leer la colección completa, ¿paso de todo y lo dejo correr?

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