September 10, 2010
... y a su vez, sea universal
Que cualquier persona del mundo en cualquier parte del mundo, sepa que hubo una vez una chica que se llamaba Laura. Un día le apeteció tener un periquito y lo tuvo. Lo llamó Pipo. Le enseñó a hablar, a que fuera educado y dijera hola y adiós, le enseñó a jugar, a volver solo a su casita. Le enseñó que esa casita y todo lo que había en ella, era suyo. Le enseñó a dar besitos, a silbar, a echar piropos a las chicas, a no picar, a dar besitos en la mejilla. Le enseñó cuándo era su hora de mimir y de irse a su casita a mimir, a que se protesta pero sin picar. Y le enseñó sin ella darse cuenta quién era su ama, y quién era la mama, el papá y la tata.
Y poco a poco, la jovialidad de Pipo se fue apagando. Y poco a poco, fue dejando de hablar. Pero Pipo no olvidó nunca todo lo que le habían enseñado. Y una noche, Pipo le enseñó a Laura algo que nunca olvidará. Esa noche, Pipo apenas comía, apenas se movía, apenas abría los ojos. Le enseñó a Laura la mejor lección de su vida: que no se olvidaba de quién era su ama, y de quién le había enseñado tantas cosas y querido tanto.
Pipo se puso en la palma de la mano de su ama, y se fue a mimir para siempre.
Y ahora estará en el cielo de los periquitos. (Añado yo).
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Labels: personal
September 09, 2010
Va a ser ESO
Aunque la viñeta sea de ayer, va que ni pintada para un día como el de hoy.
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Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.