July 17, 2006
Las ventajas de ser un desastre
Tengo una habitación que a algunos les da grima. No a mí, pero después de tanto oírlo casi me convencen, y decido hacer algo, así que el fin de semana lo suelo dedicar a eso. Se cogen unos libros de aquí y se mueven allá, se cuelgan en el armario dos pantalones que están en la percha de detrás de la puerta o, como este domingo, se guardan los zapatos de invierno hasta dentro de unos meses, más que nada porque siempre están entre pies, lo que no acaba de ser compatible con la costumbre de andar a oscuras por casa. Y aquí es cuando llega la sorpresa: empiezo a abrir cajas y cajas buscándoles acomodo y ¡coño!¡si tengo aquí unas bambas nuevecicas! Pero sin son Nike y no están rotas ni nada. Ni me acordaba de ellas. Les faltan los cordones, pero eso se arregla fácil. ¡Madre qué alegría, ya no hace falta que vaya a las rebajas! Más de un año hará que no me las pongo.
Haz la prueba, esconde algo, olvídate y ya verás qué sorpresa cuando lo encuentres. Pero que no sea comida.
Technorati Tags: Personal
Posted @ 20:35 by |
Permalink |
Haz la prueba, esconde algo, olvídate y ya verás qué sorpresa cuando lo encuentres. Pero que no sea comida.
Technorati Tags: Personal
Quizá haya algún tesoro / muy dentro de mi entraña. / ¡Quién sabe si yo tengo / diamante en mi montaña / o tan sólo un pequeño pedazo de carbón! / Los árboles del bosque de mi isla / sois vosotros, mis versos.
Salen los niños alegres / de la escuela, / poniendo en el aire tibio / de abril canciones tiernas. / ¡Qué alegría tiene el hondo / silencio de la calleja! / Un silencio hecho pedazos / por risas de plata nueva.